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Tres pilares para refundar el modelo humano
Si, tal y como venimos exponiendo, estamos recorriendo a un ritmo trepidante la senda hacia el colapso, y reconocemos que la sabiduría que aunamos como especie nos permite entender que las raíces de este caminar hacia el abismo nacen en nuestro modelo cultural, ¿cómo podemos corregir el rumbo?
Nuestra propuesta desde el Club Nuevo Mundo se basa en tres pilares: consciencia, intención y cuidado.
Consciencia
El primer paso para generar la profunda transformación que el momento que vivimos requiere, es tomar consciencia de este momento presente y de cómo dicho momento enraíza, profundamente, en un modelo cultural que tenemos que redefinir.
Es un ejercicio que requiere toda nuestra atención y presencia, pues, como decíamos, la cultura, los patrones adquiridos que determinan nuestra forma de interpretar la realidad y de actuar en ella, suelen ser invisibles al ojo poco entrenado. Como les sucede a los peces con el agua, las personas estamos tan sumergidas en un modelo cultural determinado, que lo normal es que no lo veamos. Pero está ahí, y nos está llevando al colapso sistémico.
Afortunadamente, diversos especialistas han analizado este líquido amniótico que suponen los modelos culturales y han descubierto que este camino que transitamos hacia el colapso (el resultado de nuestra cultura), se parece mucho al modelo que se transmite en el mito del paraíso perdido (uno de los mitos culturales fundacionales más extendidos en el planeta).
La construcción de mitos es la forma que tenemos la especie homo sapiens de significar y experimentar la realidad. También existen la religión, la filosofía y la ciencia, pero solo los mitos son intrínsecos a la naturaleza humana.
En consonancia con la toma de consciencia de este fenómeno cultural, lo que proponemos es redefinir los mitos que sustentan una sociedad que se vive como competitiva y desconectada de la Naturaleza, y empezar a resignificar este momento de sentido de pérdida y desesperanza por otro diametralmente opuesto: el inicio de la creación colectiva del paraíso en la Tierra.
Como veremos más adelante, es un mito alineado con los valores culturales adecuados para dar respuesta a la interdependencia que comentábamos en el primer informe de esta serie.
Otro factor fundamental al que abrir los ojos, en este primer paso hacia la transformación de nuestro rumbo colectivo, es que este proceso de transformación es un proceso de innovación dentro de un sistema complejo adaptativo.
Entonces, necesariamente, habremos de impulsar procesos de experimentación, donde explorar el nuevo camino, y en los que, para garantizar el éxito, requeriremos aunar la mayor diversidad de miradas posibles y favorecer una cultura de colaboración sinérgica que permita a esta diversidad producir sus frutos.
A estos procesos, los denominamos laboratorios abiertos de innovación. Laboratorios porque son espacios para experimentar; de innovación, porque son para generar nuevas realidades; y abiertos porque necesitamos integrar el mayor número de miradas diferentes posibles.
Es imprescindible entender que no podremos generar una cosa sin la otra. Es decir, sin un adecuado mito cultural, no podremos desatar la innovación que desemboque en el nuevo mundo viable para todas, simplemente porque la cultura no lo hará posible, como hoy podemos constatar día a día.
Y viceversa, no podremos dar vida a este mito transformador si no le damos vida impulsando la innovación colectiva que lo materialice.
Intención
En nuestras sociedades humanas surgen continuamente impulsos individuales que se colectivizan, y, en muchas ocasiones, acaban transformando nuestros modos de vida. Lo podemos denominar influencia o liderazgo: al final es un pulso vital que logra perseverar y estructurarse dentro del sistema social dándole una intención concreta, una dirección.
Los liderazgos, como parte de la trama social, también nadan en la misma agua o cultura que el resto de la trama, pero poseen una singularidad especial: tienen una gran capacidad de transmitir cultura, reforzando la existente o difundiendo una nueva. Aquella que contextualiza la intención que dirige.
Reconocer la capacidad de transformar la cultura que posee el liderazgo, como pulsos culturales singulares en la trama social, es tomar consciencia de su poder, su responsabilidad y, sobre todo, de su valor como herramienta colectiva para la transición.
Entonces, para impulsar este camino hacia el nuevo mito del paraíso en la Tierra, tenemos que configurar un liderazgo alineado con dicho mito. Un liderazgo que no solo ha de cultivar su autoridad moral, su capacidad de inspirar confianza, su integridad y su legitimidad para invitar a ser seguido.
Necesitamos también un liderazgo que tenga toda la consciencia de su valor y de su responsabilidad para materializar el tránsito al nuevo mito. Y una claridad meridiana de que el proceso, el camino, el modo de hacer, en definitiva, el nuevo modelo cultural, el agua en la que nadamos, es el único objetivo posible.
Si, tal y como venimos exponiendo, estamos recorriendo a un ritmo trepidante la senda hacia el colapso, y reconocemos que la sabiduría que aunamos como especie nos permite entender que las raíces de este caminar hacia el abismo nacen en nuestro modelo cultural, ¿cómo podemos corregir el rumbo?
Nuestra propuesta desde el Club Nuevo Mundo se basa en tres pilares: consciencia, intención y cuidado.
Consciencia
El primer paso para generar la profunda transformación que el momento que vivimos requiere, es tomar consciencia de este momento presente y de cómo dicho momento enraíza, profundamente, en un modelo cultural que tenemos que redefinir.
Es un ejercicio que requiere toda nuestra atención y presencia, pues, como decíamos, la cultura, los patrones adquiridos que determinan nuestra forma de interpretar la realidad y de actuar en ella, suelen ser invisibles al ojo poco entrenado. Como les sucede a los peces con el agua, las personas estamos tan sumergidas en un modelo cultural determinado, que lo normal es que no lo veamos. Pero está ahí, y nos está llevando al colapso sistémico.
Afortunadamente, diversos especialistas han analizado este líquido amniótico que suponen los modelos culturales y han descubierto que este camino que transitamos hacia el colapso (el resultado de nuestra cultura), se parece mucho al modelo que se transmite en el mito del paraíso perdido (uno de los mitos culturales fundacionales más extendidos en el planeta).
La construcción de mitos es la forma que tenemos la especie homo sapiens de significar y experimentar la realidad. También existen la religión, la filosofía y la ciencia, pero solo los mitos son intrínsecos a la naturaleza humana.
En consonancia con la toma de consciencia de este fenómeno cultural, lo que proponemos es redefinir los mitos que sustentan una sociedad que se vive como competitiva y desconectada de la Naturaleza, y empezar a resignificar este momento de sentido de pérdida y desesperanza por otro diametralmente opuesto: el inicio de la creación colectiva del paraíso en la Tierra.
Como veremos más adelante, es un mito alineado con los valores culturales adecuados para dar respuesta a la interdependencia que comentábamos en el primer informe de esta serie.
Otro factor fundamental al que abrir los ojos, en este primer paso hacia la transformación de nuestro rumbo colectivo, es que este proceso de transformación es un proceso de innovación dentro de un sistema complejo adaptativo.
Entonces, necesariamente, habremos de impulsar procesos de experimentación, donde explorar el nuevo camino, y en los que, para garantizar el éxito, requeriremos aunar la mayor diversidad de miradas posibles y favorecer una cultura de colaboración sinérgica que permita a esta diversidad producir sus frutos.
A estos procesos, los denominamos laboratorios abiertos de innovación. Laboratorios porque son espacios para experimentar; de innovación, porque son para generar nuevas realidades; y abiertos porque necesitamos integrar el mayor número de miradas diferentes posibles.
Es imprescindible entender que no podremos generar una cosa sin la otra. Es decir, sin un adecuado mito cultural, no podremos desatar la innovación que desemboque en el nuevo mundo viable para todas, simplemente porque la cultura no lo hará posible, como hoy podemos constatar día a día.
Y viceversa, no podremos dar vida a este mito transformador si no le damos vida impulsando la innovación colectiva que lo materialice.
Intención
En nuestras sociedades humanas surgen continuamente impulsos individuales que se colectivizan, y, en muchas ocasiones, acaban transformando nuestros modos de vida. Lo podemos denominar influencia o liderazgo: al final es un pulso vital que logra perseverar y estructurarse dentro del sistema social dándole una intención concreta, una dirección.
Los liderazgos, como parte de la trama social, también nadan en la misma agua o cultura que el resto de la trama, pero poseen una singularidad especial: tienen una gran capacidad de transmitir cultura, reforzando la existente o difundiendo una nueva. Aquella que contextualiza la intención que dirige.
Reconocer la capacidad de transformar la cultura que posee el liderazgo, como pulsos culturales singulares en la trama social, es tomar consciencia de su poder, su responsabilidad y, sobre todo, de su valor como herramienta colectiva para la transición.
Entonces, para impulsar este camino hacia el nuevo mito del paraíso en la Tierra, tenemos que configurar un liderazgo alineado con dicho mito. Un liderazgo que no solo ha de cultivar su autoridad moral, su capacidad de inspirar confianza, su integridad y su legitimidad para invitar a ser seguido.
Necesitamos también un liderazgo que tenga toda la consciencia de su valor y de su responsabilidad para materializar el tránsito al nuevo mito. Y una claridad meridiana de que el proceso, el camino, el modo de hacer, en definitiva, el nuevo modelo cultural, el agua en la que nadamos, es el único objetivo posible.
Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay
Cuidado
¿Y qué es crear el paraíso en la Tierra? Crear el paraíso en la Tierra es cuidar la vida, y cuidar la vida es, en esencia, lo que hace la Vida: generar continuamente condiciones favorables para sí misma.
Nuestro modelo cultural obsoleto, basado en el crecimiento como unidad de medida, en la competencia y en la escasez, es solo una mirada sesgada sobre el mundo que nos rodea. La Naturaleza nos muestra en múltiples ejemplos, cómo, continuamente, genera y perfecciona mecanismos en los que cada proceso genera nuevas oportunidades de desarrollo para la vida.
Un ejemplo clásico es la colonización de la vida en nuevos territorios creados en la corteza terrestre, como los que producen las lavas de los volcanes. Sucesivamente, estas rocas recién nacidas son colonizadas por formas más complejas de vida: líquenes, pequeñas plantas, arbustos, matorrales, árboles, bosques…, y en cada paso, la complejidad del ecosistema crece y con ella las oportunidades para nuevas formas de vida.
Nuestros modelos económicos lineales extractivos apenas empiezan a incorporar la perspectiva circular. Podríamos decir que la economía circular es un primer paso. En los sistemas vivos, por supuesto que el fin de un proceso es el comienzo del siguiente. Pero es mucho más, es infinitud de procesos solapados en continua evolución, explorando más y nuevas maneras de crear nuevas formas de vida. Es la evolución, y es lo que nosotros somos.
Entonces, si conectamos nuestra intención con la creación del paraíso en la Tierra, necesariamente, deberemos diseñar e innovar con la mente puesta en cómo generar, en cada paso, condiciones favorables para la vida en todas sus manifestaciones. Lo cual, por supuesto, incluye a todos los actores sociales implicados en este viaje de innovación abierta.
En esencia, cuando el marco Cynefin nos propone incorporar la mayor diversidad posible a los procesos de prototipado que abordan la complejidad, lo que realmente está sucediendo es que ha identificado esta sabiduría natural de saber que, cuidando la vida, es cómo más eficaces podemos ser en abordar los desafíos que enfrentamos.
En la práctica: laboratorios abiertos de innovación
Estos principios, aplicados a los laboratorios de innovación abierta, suponen en la práctica, atender a una serie de requisitos:
Abrir los ojos a la red de relaciones que hace emerger una determinada realidad, teniendo en cuenta que existen asimetrías y espacios de privilegios no adecuadamente correspondidos. Asumiendo también que estas asimetrías pueden generar oportunidades, al significar el poder como «poder para» contribuir a un propósito legítimo. La desigualdad social es un universal, se da y se ha dado en todos los grupos humanos, si bien los desequilibrios pueden generar situaciones de asfixia a la creatividad y la inadaptación del grupo a largo plazo, produciendo el colapso civilizatorio. Al resignificar los privilegios y planteándonos para qué utilizamos el poder que ostentamos, cada cual, desde su lugar, también puede generar oportunidades para la evolución de la vida.
Establecer un propósito inicial concreto, una intención que nos sirva de entrada al espacio de complejidad en el que estemos.
Un mapeo de la diversidad de miradas, de los diferentes nodos de la red de relaciones que socialmente está relacionada con nuestra intención y el ámbito territorial que le da contexto.
Una escucha activa de la red de relaciones, que cubra la diversidad y que nos permita validar la legitimidad del propósito inicial y las aportaciones que haya que hacer a dicho propósito, para que realmente esté al servicio del cuidado de la vida. ¿Qué vida? Toda la que se conecta a la red.
Validado el propósito colectivo legítimo, llegará el momento de abrir espacios hacia la creatividad y la co-creación de las nuevas formas, que solo podrán germinar si cuidamos adecuadamente la red de relaciones que los sustentan. Por tanto, deberán establecerse reglas del juego claras y ecuánimes, y mecanismos ágiles de ejecución y evaluación compartida de los resultados, para validar siempre que juntos, avanzamos.
Desde el Club Nuevo Mundo hacemos un llamado a las personas que ostentan espacios de liderazgo en nuestra sociedad y a las que este mito de transición hacia el paraíso en la Tierra resuene en su interior.
Les invitamos a visualizarlo y a emprender el camino. A utilizar su privilegiada influencia para inducir la transformación cultural. Y nos ponemos a su servicio para ayudar en lo que esté en nuestra mano.
Ubuntu: somos porque todo lo demás es.
Nueva perspectiva frente a la crisis
Con esta nueva reflexión, el Club Nuevo Mundo aporta una perspectiva científica y social a los fundamentos que entendemos necesarios para responder con eficacia a los desafíos globales que afrontamos como especie.
Esta reflexión ha sido elaborada por un conjunto de expertos sociales reunidos por el Club Nuevo Mundo, con la finalidad de aportar perspectivas rigurosas a la solución de los problemas globales.
El Club Nuevo Mundo es una iniciativa de Tendencias21 (Prensa Ibérica) que reúne a expertos y científicos de primer nivel para, desde el diálogo ciencia-sociedad, aportar visiones y soluciones rigurosas e innovadoras a los problemas globales.
¿Y qué es crear el paraíso en la Tierra? Crear el paraíso en la Tierra es cuidar la vida, y cuidar la vida es, en esencia, lo que hace la Vida: generar continuamente condiciones favorables para sí misma.
Nuestro modelo cultural obsoleto, basado en el crecimiento como unidad de medida, en la competencia y en la escasez, es solo una mirada sesgada sobre el mundo que nos rodea. La Naturaleza nos muestra en múltiples ejemplos, cómo, continuamente, genera y perfecciona mecanismos en los que cada proceso genera nuevas oportunidades de desarrollo para la vida.
Un ejemplo clásico es la colonización de la vida en nuevos territorios creados en la corteza terrestre, como los que producen las lavas de los volcanes. Sucesivamente, estas rocas recién nacidas son colonizadas por formas más complejas de vida: líquenes, pequeñas plantas, arbustos, matorrales, árboles, bosques…, y en cada paso, la complejidad del ecosistema crece y con ella las oportunidades para nuevas formas de vida.
Nuestros modelos económicos lineales extractivos apenas empiezan a incorporar la perspectiva circular. Podríamos decir que la economía circular es un primer paso. En los sistemas vivos, por supuesto que el fin de un proceso es el comienzo del siguiente. Pero es mucho más, es infinitud de procesos solapados en continua evolución, explorando más y nuevas maneras de crear nuevas formas de vida. Es la evolución, y es lo que nosotros somos.
Entonces, si conectamos nuestra intención con la creación del paraíso en la Tierra, necesariamente, deberemos diseñar e innovar con la mente puesta en cómo generar, en cada paso, condiciones favorables para la vida en todas sus manifestaciones. Lo cual, por supuesto, incluye a todos los actores sociales implicados en este viaje de innovación abierta.
En esencia, cuando el marco Cynefin nos propone incorporar la mayor diversidad posible a los procesos de prototipado que abordan la complejidad, lo que realmente está sucediendo es que ha identificado esta sabiduría natural de saber que, cuidando la vida, es cómo más eficaces podemos ser en abordar los desafíos que enfrentamos.
En la práctica: laboratorios abiertos de innovación
Estos principios, aplicados a los laboratorios de innovación abierta, suponen en la práctica, atender a una serie de requisitos:
Abrir los ojos a la red de relaciones que hace emerger una determinada realidad, teniendo en cuenta que existen asimetrías y espacios de privilegios no adecuadamente correspondidos. Asumiendo también que estas asimetrías pueden generar oportunidades, al significar el poder como «poder para» contribuir a un propósito legítimo. La desigualdad social es un universal, se da y se ha dado en todos los grupos humanos, si bien los desequilibrios pueden generar situaciones de asfixia a la creatividad y la inadaptación del grupo a largo plazo, produciendo el colapso civilizatorio. Al resignificar los privilegios y planteándonos para qué utilizamos el poder que ostentamos, cada cual, desde su lugar, también puede generar oportunidades para la evolución de la vida.
Establecer un propósito inicial concreto, una intención que nos sirva de entrada al espacio de complejidad en el que estemos.
Un mapeo de la diversidad de miradas, de los diferentes nodos de la red de relaciones que socialmente está relacionada con nuestra intención y el ámbito territorial que le da contexto.
Una escucha activa de la red de relaciones, que cubra la diversidad y que nos permita validar la legitimidad del propósito inicial y las aportaciones que haya que hacer a dicho propósito, para que realmente esté al servicio del cuidado de la vida. ¿Qué vida? Toda la que se conecta a la red.
Validado el propósito colectivo legítimo, llegará el momento de abrir espacios hacia la creatividad y la co-creación de las nuevas formas, que solo podrán germinar si cuidamos adecuadamente la red de relaciones que los sustentan. Por tanto, deberán establecerse reglas del juego claras y ecuánimes, y mecanismos ágiles de ejecución y evaluación compartida de los resultados, para validar siempre que juntos, avanzamos.
Desde el Club Nuevo Mundo hacemos un llamado a las personas que ostentan espacios de liderazgo en nuestra sociedad y a las que este mito de transición hacia el paraíso en la Tierra resuene en su interior.
Les invitamos a visualizarlo y a emprender el camino. A utilizar su privilegiada influencia para inducir la transformación cultural. Y nos ponemos a su servicio para ayudar en lo que esté en nuestra mano.
Ubuntu: somos porque todo lo demás es.
Nueva perspectiva frente a la crisis
Con esta nueva reflexión, el Club Nuevo Mundo aporta una perspectiva científica y social a los fundamentos que entendemos necesarios para responder con eficacia a los desafíos globales que afrontamos como especie.
Esta reflexión ha sido elaborada por un conjunto de expertos sociales reunidos por el Club Nuevo Mundo, con la finalidad de aportar perspectivas rigurosas a la solución de los problemas globales.
El Club Nuevo Mundo es una iniciativa de Tendencias21 (Prensa Ibérica) que reúne a expertos y científicos de primer nivel para, desde el diálogo ciencia-sociedad, aportar visiones y soluciones rigurosas e innovadoras a los problemas globales.
AUTORES DEL INFORME: COMITÉ DE EXPERTOS SOCIALES DEL CLUB NUEVO MUNDO
Káhina Santana Miranda
Es consultora y profesora asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, experta en procesos participativos, innovación social y cultura regenerativa.
Alicia Montesdeoca Rivero
Es socióloga especializada en cambio social y educación. Editora de Tendencias21 (Prensa Ibérica)
Yeray Martínez Montesdeoca
Es consultor, experto en liderazgo y gobernanza para la sostenibilidad y la transición ecológica a través de su firma Genea Consultores.
Mayte Márquez
Es consultora senior en DPMC Beyond Business, experta en transformación cultural y liderazgo centrado en el propósito.
Pepa Barral
Socia fundadora de Two Much Research Studio, es experta en “La escucha de la conversación social y en su interpretación”, aportando a la optimización de las relaciones entre marcas y ciudadanía.
Edita Olaizola
Es consultora de People plus Profit en Sostenibilidad, Responsabilidad Social y Ética. Ha diseñado un nuevo modelo de gestión corporativa denominado Biomimética Organizacional, o cómo las organizaciones aprenden de la naturaleza.
Alejandro Sacristán
Es consultor tecnológico, periodista especializado en divulgación científica, arte y tecnología, y asesor sobre el cambio climático
Eduardo Martínez de la Fe
Es consultor de comunicación científico-técnica y periodista científico. Editor de Tendencias21 (Prensa Ibérica)
Es consultora y profesora asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, experta en procesos participativos, innovación social y cultura regenerativa.
Alicia Montesdeoca Rivero
Es socióloga especializada en cambio social y educación. Editora de Tendencias21 (Prensa Ibérica)
Yeray Martínez Montesdeoca
Es consultor, experto en liderazgo y gobernanza para la sostenibilidad y la transición ecológica a través de su firma Genea Consultores.
Mayte Márquez
Es consultora senior en DPMC Beyond Business, experta en transformación cultural y liderazgo centrado en el propósito.
Pepa Barral
Socia fundadora de Two Much Research Studio, es experta en “La escucha de la conversación social y en su interpretación”, aportando a la optimización de las relaciones entre marcas y ciudadanía.
Edita Olaizola
Es consultora de People plus Profit en Sostenibilidad, Responsabilidad Social y Ética. Ha diseñado un nuevo modelo de gestión corporativa denominado Biomimética Organizacional, o cómo las organizaciones aprenden de la naturaleza.
Alejandro Sacristán
Es consultor tecnológico, periodista especializado en divulgación científica, arte y tecnología, y asesor sobre el cambio climático
Eduardo Martínez de la Fe
Es consultor de comunicación científico-técnica y periodista científico. Editor de Tendencias21 (Prensa Ibérica)
REFERENCIAS DOCUMENTALES
Bibliografía
Cardona, J.R., et al. 2015. El mito del paraíso perdido en la definición del destino turístico. Estudios y perspectivas en turismo. Volumen 24. p. 715 - 735.
CAMPBELL, J. (2016): El poder del mito. Entrevista con Bill Moyers, Editorial Capitán Swing
Otros Informes del Comité de Expertos Sociales del Club Nuevo Mundo
Vivimos un momento crítico lleno de posibilidades (17/02/2021)
Solo un cambio cultural nos sacará de la crisis global (3/02/2021)
Cardona, J.R., et al. 2015. El mito del paraíso perdido en la definición del destino turístico. Estudios y perspectivas en turismo. Volumen 24. p. 715 - 735.
CAMPBELL, J. (2016): El poder del mito. Entrevista con Bill Moyers, Editorial Capitán Swing
Otros Informes del Comité de Expertos Sociales del Club Nuevo Mundo
Vivimos un momento crítico lleno de posibilidades (17/02/2021)
Solo un cambio cultural nos sacará de la crisis global (3/02/2021)
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