Solo un cambio cultural nos sacará de la crisis global

Expertos sociales elevan al Club Nuevo Mundo un informe sobre el origen cultural de la crisis planetaria




Expertos sociales convocados por el Club Nuevo Mundo plantean en un informe la necesidad de superar el modelo económico y cultural que ha situado a nuestra civilización al borde del abismo, y aportan claves y propuestas para trascender la crisis global.


Comité de Expertos Sociales
03/02/2021

anncapictures. Pixabay
El colapso de nuestra civilización forma parte de los posibles escenarios futuros, pero la superación de la crisis global necesita un cambio cultural basado en evidencias científicas que ponga fin al oscurantismo que nos conduce al abismo.

La comunidad científica nos alerta desde hace décadas de la necesidad drástica de corregir el rumbo de nuestra sociedad globalizada para evitar el colapso de nuestra civilización e incluso la desaparición de la vida en la Tierra tal como la conocemos. 

Sin embargo, el tiempo pasa, los umbrales de riesgo se acercan o se traspasan peligrosamente y las decisiones necesarias no llegan.

El acreditado experto medioambiental Tom Chrompton ha señalado con toda claridad que la solución a los problemas que afrontamos como especie no solo lo aportará la tecnología.

Es preciso profundizar algo más en la naturaleza de la crisis global, producto de nuestra manera de entender el mundo y del lugar que, como seres humanos, creemos nos corresponde en nuestro planeta.

El modelo cultural surgido de estas creencias está implícito en los comportamientos políticos y en las barreras sociales que nos distraen de los auténticos desafíos que enfrentamos.

Porque ese modelo cultural que sostiene nuestra manera colectiva de pensar el mundo se ha desvelado incompatible con nuestra supervivencia como especie y con el conocimiento científico.

Principios culturales cuestionables

Una serie de principios o axiomas definen ese modelo cultural dominante en nuestra especie: el crecimiento económico permanente, la polarización social, la competencia, la soberanía del ser humano sobre la naturaleza y el individualismo.

Todos esos principios están soportados por creencias que, o no tienen base científica comprobada, o sencillamente se han demostrado en la práctica nocivas para la armonía que debe prevalecer entre seres humanos y con la naturaleza.

Por citar algunos ejemplos:

El crecimiento perpetuo del PIB como modelo económico de referencia no se sustenta con la cruda realidad de un planeta con unos límites físicos definidos: nunca un ecosistema ha podido crecer de forma indefinida.

La creciente polarización de la economía y las enormes desigualdades sociales que genera, hacen insostenible en el tiempo un modelo que concentra la gran mayoría de la riqueza en una ínfima parte de la población.

La competición como forma más eficiente de optimizar los recursos está ampliamente superada por infinidad de investigaciones que demuestran que la cooperación y la búsqueda compartida del beneficio mutuo, son los mecanismos más eficientes para desarrollar modos de vida prósperos.

La idea de que el ser humano es el resultado privilegiado de una evolución única que reina soberano sobre la naturaleza, es también contraria a la evidencia científica, según la cual la vida, y no el león, es la reina la selva.

El individualismo, que da base en gran medida a la cultura occidental, es contrario a la evidencia científica: nos habla de lo interconectados que estamos y de lo interdependientes que somos como organismos vivos de todo lo que nos rodea, tanto social, como biológicamente.

Cambiando esquemas de pensamiento

Con estos esquemas de pensamiento es imposible superar la presente crisis de nuestra civilización.
Los efectos de esta crisis se manifiestan en nuestra sociedad como lo hace en la naturaleza la desembocadura de un río, cuyos orígenes remontan hasta el manantial del que nace.

De la misma forma, si queremos llegar al fondo de los problemas, debemos remontar los síntomas de la crisis de nuestra sociedad hasta llegar al manantial que los origina, el modelo que nos otorga nuestra singularidad cultural.

Esta singularidad cultural es tan natural a nuestra forma de vivir que es difícil darnos cuenta de ella. Como apuntan los epistemólogos Ximena Dávila y Humberto Maturana, los peces no ven el agua, simplemente es su medio. De igual forma nos pasa a las personas con nuestros marcos culturales: son tan intrínsecos que nos cuesta verlos.

El historiador Yuval Harari, en su afamado libro Sapiens: de animales a dioses, explica cómo esta singularidad cultural que tenemos como especie nos ha permitido colonizar y transformar el mundo. 

Premisas del nuevo modelo cultural

Alexandra_Koch en Pixabay
Hay que refundar nuestro modelo cultural como especie si queremos superar la presente crisis de nuestra civilización y redefinir los principios que deben regir las relaciones humanas y con la naturaleza sobre premisas más armónicas.

Yuval Harari expresa con toda claridad por dónde debemos empezar: «La cooperación humana a gran escala se basa en mitos, la manera en que la gente puede cooperar puede ser alterada si se cambian los mitos, contando narraciones diferentes».

Desde el Club Nuevo Mundo, entendemos que el nuevo modelo cultural ha de basarse, necesariamente, en el conocimiento científico, que nos aporta las claves para un modo de vida humano sostenible en el planeta.

Elementos principales del cambio cultural

En consecuencia, este modelo cultural ha de contemplar, como elementos principales, lo que hemos aprendido de la naturaleza, que resumimos en los siguientes puntos:

La interdependencia como propiedad innata a los sistemas vivos de los que formamos parte. Solo podemos ser porque todo lo demás es. No podemos existir al margen de la vida que nos sustenta, lo que incluye a todo nuestro ecosistema social y a todos los ecosistemas naturales que nos rodean. Es el concepto sistémico de Ubuntu,  la regla ética sudafricana enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones entre ellas, que algunas culturas humanas ya han asumido. Partiendo de esta base, cualquier estrategia ha de incluir, de forma central, el cuidado de la vida y de la red de relaciones que sustenta cualquier proyecto o iniciativa. 

Resignificar el liderazgo para que esté al servicio del cuidado de la vida y de la transformación cultural necesaria. La definición del liderazgo es muy voluble en función del marco cultural en el que nos encontremos. Bajo esta propuesta, entendemos el liderazgo como el factor de iniciativa y tracción de los sistemas humanos que, por su propia naturaleza, suele tener una capacidad especial para generar cultura organizacional. Desde esta perspectiva, necesariamente, el liderazgo ha de tomar conciencia de esta función transformadora, no sólo para facilitar la acción, sino para enraizarla adecuadamente en el modelo cultural favorable a la transición al nuevo mundo emergente.

También debemos adoptar una mentalidad de experimentación e innovación abierta como estrategia más adecuada para abordar sistemas complejos adaptativos, como son nuestros sistemas ecosociales. Son sistemas que responden a la dinámica de los sistemas vivos, caracterizados, entre otros aspectos, por ser no-lineales, operar lejos del equilibrio, ser impredecibles y presentar propiedades emergentes. Tal y como señala el marco conceptual para la toma de decisiones Cynefin, las estrategias adecuadas para abordar estos sistemas complejos pasan, necesariamente, por generar experimentación abierta, bajo contextos colaborativos y lo más diversos posibles, que permitan establecer prototipos a partir de los cuales aprender a gestionar dichos sistemas y sus continuos cambios emergentes.

Por último, reconocer el necesario proceso personal que recorremos como individuos en esta transición entre modelos culturales, para poder adoptar una cultura sistémica adecuada a este momento actual como especie, y en el que cada uno nos encontramos en una etapa diferente. Al igual que en nuestra infancia requerimos un tiempo para poder desarrollar nuestro potencial físico, emocional y mental, también requerimos un proceso evolutivo para desarrollar una visión cultural que nos lleve del individualismo a la interdependencia sistémica. Los expertos Daniel Gabarró y Jaume López lo explican muy bien en su libro, Las cosmovisiones sociales: La pieza que faltaba.

Nueva perspectiva frente a la crisis

Con esta reflexión, el Club Nuevo Mundo aporta una perspectiva científica y social a los fundamentos que entendemos necesarios para responder con eficacia a los desafíos globales que afrontamos como especie.

Esta reflexión ha sido elaborada por un conjunto de expertos sociales reunidos por el Club Nuevo Mundo, con la finalidad de aportar perspectivas rigurosas a la solución de los problemas globales.

El Club Nuevo Mundo es una iniciativa de Tendencias21 (Prensa Ibérica) que reúne a expertos y científicos de primer nivel para, desde el diálogo ciencia-sociedad, aportar visiones y soluciones rigurosas e innovadoras a los problemas globales.

Autores del Informe: Comité de Expertos Sociales del Club Nuevo Mundo

Yeray Martínez Montesdeoca
Es consultor, experto en liderazgo y gobernanza para la sostenibilidad y la transición ecológica a través de su firma Genea Consultores.
 
Káhina Santana Miranda
Es consultora y profesora asociada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, experta en procesos participativos, innovación social y cultura regenerativa.
 
Mayte Márquez
Es consultora senior en DPMC Beyond Business, experta en transformación cultural y liderazgo centrado en el propósito.
 
Pepa Barral
Socia fundadora de Two Much Research Studio, es experta en “La escucha de la conversación social y en su interpretación”, aportando a la optimización de las relaciones entre marcas y ciudadanía.
 
Edita Olaizola
Es consultora de People plus Profit en Sostenibilidad, Responsabilidad Social y Ética. Ha diseñado un nuevo modelo de gestión corporativa denominado Biomimética Organizacional, o cómo las organizaciones aprenden de la naturaleza.
 
Alejandro Sacristán
Es consultor tecnológico, periodista especializado en divulgación científica, arte y tecnología, y asesor sobre el cambio climático  
 
Alicia Montesdeoca Rivero
Es socióloga especializada en cambio social y educación. Editora de Tendencias21 (Prensa Ibérica)
 
Eduardo Martínez de la Fe
Es consultor de comunicación científico-técnica y periodista científico. Editor de Tendencias21 (Prensa Ibérica)

Referencias documentales

  Harari, Y. N (2014). Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad. Barcelona: Editorial Debate Crompton, T. (2018): The next big change in environmental campaigning – the opportunity of our shared ‘compassionate’ values. London: Common Cause Foundation. (visto el 25 enero 2021). https://tendencias21.levante-emv.com/el-yo-es-una-ilusion-que-vive-en-una-realidad-virtual_a18164.html https://tendencias21.levante-emv.com/la-magia-de-la-naturaleza-es-el-nuevo-paradigma-evolutivo_a202.html María Mies y Vandana Shiva (2016). Ecofeminismo. Barcelona: Icaria Editorial Max-Neef, M. (2014). La economía desenmascarada: del poder y la codicia a la compasión y el bien común. Barcelona: Icaria Editorial. Snowden, David J. y Boone, Mary  (2007). A Leader’s Framework for Decision Making. Obtenido de Harvard Business. Review: https://hbr.org/2007/11/a-leaders-framework-for-decision-making?language=es (visto el 25 de enero 2021) Gabarró, D. y López, J (2019): Las cosmovisiones sociales: la pieza que faltaba. Lleida: Boira Editorial Grupo independiente de científicos designados por el Secretario General, Informe Mundial sobre el Desarrollo Sostenible 2019: El futuro es ahora — la ciencia al servicio del desarrollo sostenible (Naciones Unidas, Nueva York, 2019). Global Sustainable Development Report 2019 drafted by the Group of independent scientists. Paavo Järvensivu et al.  BIOS Research Unit, Aalto University, Sustainability in Business Research, University of Helsinki, Finland. August 14, 2018.  The Role of Scientists’ Warning in Shifting Policy from Growth to Conservation Economy. William J Ripple et al. BioScience, Volume 68, Issue 4, April 2018, Pages 239–240, https://doi.org/10.1093/biosci/biy009  1992 World Scientists' Warning to Humanity. Union of Concerned Scientists. Scientist Statement: World Scientists' Warning to Humanity (1992)  (PDF document)  World Scientists’ Warning to Humanity: A Second Notice. 15,372 scientist signatories from 184 countries. BioScience, bix125. DOI:https://doi.org/10.1093/biosci/bix125

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