Constructores: así podemos definir a los hombres y mujeres que en estos momentos ideamos las bases de un mundo diferente, porque estamos cansados de este que ha fracasado y que ya no forma parte del presente que queremos vivir, porque tiene demasiados remiendos y agujeros negros que no dejan pasar la luz, y ya no tiene sentido quejarse de lo que hay.
Ya no estamos tan enfermos, ciegos, sordos y mudos como para adaptarnos a esto que tenemos y que hemos creado entre todos, unos en forma más activa y otros muchos dejándose hacer. Los activos están cavando su propia tumba y de paso se quieren llevar al mayor número posible de vida, como un arca de Noé invertido que nutra la muerte y la no vida, pero ese parece su destino elegido. Lo importante es que sepamos que siempre podemos elegir otro muy diferente y apostar por la acción y el compromiso por la Vida, y que ni podemos ni debemos dejarnos arrastrar por la larga sombra de estas caricaturas oscuras de algo llamado Ser Humano.
El juego se terminó, ahora empieza lo bueno, todo se pone de nuestro favor para liberarnos de todo lo que hasta ahora nos limitaba nuestra capacidad de crear y construir en base a ideas y realidades universales que hacen del ser humano y de la creación que comparte con los demás reinos, una autentica bendición de belleza, pureza y armonía, con el reconocimiento de aquello que anima toda existencia y que sostiene la vida de innumerables formas haciendo del universo algo multidimensional y maravilloso, preñado de vida.
Cada paso consciente de construcción que realicemos en estos momentos, tendrá la semilla y el germen de la esperanza y de las infinitas posibilidades del que empieza desde cero, pero con un gran bagaje y experiencia acumulada durante milenios, en armonía con un presente que nos pide que nos reinventemos desde otro lugar, con una mirada diferente, con mayor claridad y objetividad de nuestra naturaleza real. Llegó el momento de expresar la potencia, esto es la belleza de cada cosa que encuentre su propia integridad en relación con todo, sumando al orden de lo creado una pieza más del puzzle que despierta al gran juego cósmico desde un escalón mayor de consciencia, sabiéndose participe de algo trascendente e imposible de definir con palabras.
Se terminó el esconder la sombra bajo la alfombra pensando que no nos pertenece, se terminó el vivir como depredadores insaciables sobre un ser vivo que hemos tratado como si estuviera muerto, y que ahora se sacude haciéndose cada vez más visible y presente, reivindicando su verdadero lugar en este organismo mayor que es el sistema solar y su proyección a nivel universal. Se terminó tener que ganarse la vida para vivir, cuando la vida ya estaba antes que nosotros y que tantas veces no somos capaces de identificar: lo perfecto de cada instante único, repleto de información y unido a un instante eterno.
Es el momento de dejar que el agua que nos dio la vida se deslice entre nuestros dedos y que de forma fluida y natural vaya poco a poco tomando la forma que ya contiene en su interior, convirtiéndonos simplemente en constructores de lo que ya es y que necesita ser reconocido y encarnado por la consciencia.
Ya no estamos tan enfermos, ciegos, sordos y mudos como para adaptarnos a esto que tenemos y que hemos creado entre todos, unos en forma más activa y otros muchos dejándose hacer. Los activos están cavando su propia tumba y de paso se quieren llevar al mayor número posible de vida, como un arca de Noé invertido que nutra la muerte y la no vida, pero ese parece su destino elegido. Lo importante es que sepamos que siempre podemos elegir otro muy diferente y apostar por la acción y el compromiso por la Vida, y que ni podemos ni debemos dejarnos arrastrar por la larga sombra de estas caricaturas oscuras de algo llamado Ser Humano.
El juego se terminó, ahora empieza lo bueno, todo se pone de nuestro favor para liberarnos de todo lo que hasta ahora nos limitaba nuestra capacidad de crear y construir en base a ideas y realidades universales que hacen del ser humano y de la creación que comparte con los demás reinos, una autentica bendición de belleza, pureza y armonía, con el reconocimiento de aquello que anima toda existencia y que sostiene la vida de innumerables formas haciendo del universo algo multidimensional y maravilloso, preñado de vida.
Cada paso consciente de construcción que realicemos en estos momentos, tendrá la semilla y el germen de la esperanza y de las infinitas posibilidades del que empieza desde cero, pero con un gran bagaje y experiencia acumulada durante milenios, en armonía con un presente que nos pide que nos reinventemos desde otro lugar, con una mirada diferente, con mayor claridad y objetividad de nuestra naturaleza real. Llegó el momento de expresar la potencia, esto es la belleza de cada cosa que encuentre su propia integridad en relación con todo, sumando al orden de lo creado una pieza más del puzzle que despierta al gran juego cósmico desde un escalón mayor de consciencia, sabiéndose participe de algo trascendente e imposible de definir con palabras.
Se terminó el esconder la sombra bajo la alfombra pensando que no nos pertenece, se terminó el vivir como depredadores insaciables sobre un ser vivo que hemos tratado como si estuviera muerto, y que ahora se sacude haciéndose cada vez más visible y presente, reivindicando su verdadero lugar en este organismo mayor que es el sistema solar y su proyección a nivel universal. Se terminó tener que ganarse la vida para vivir, cuando la vida ya estaba antes que nosotros y que tantas veces no somos capaces de identificar: lo perfecto de cada instante único, repleto de información y unido a un instante eterno.
Es el momento de dejar que el agua que nos dio la vida se deslice entre nuestros dedos y que de forma fluida y natural vaya poco a poco tomando la forma que ya contiene en su interior, convirtiéndonos simplemente en constructores de lo que ya es y que necesita ser reconocido y encarnado por la consciencia.