Blog de los miembros y socios del Club Nuevo Mundo
COP25 está propiciando numerosas reflexiones en diferentes ámbitos, también entre los ciudadanos. Ojala consigamos entre todos revertir esta terrible situación que sufre el Planeta.
Ahora que todos andamos pendientes de los posibles avances que consigamos en materia de cuidado medioambiental/cambio climático, muchos ciudadanos observamos con atención y con ambivalencia las idas y venidas, negociaciones y acuerdos que tejen nuestros representantes.
Tenemos que hacer algo YA, porque, como dicen Eduardo Costas y Victoria López Rodas, catedráticos de genética, Las cosas están mal, mucho peor de lo que la mayoría de la gente piensa. Prestamos atención porque nos va la vida en ello, literalmente. Y sentimos ambivalencia porque no vemos con claridad el grado de compromiso que la humanidad puede alcanzar para salir de esta horrible crisis climática que hemos provocado entre (casi) todos. Se ven avances en diferentes ámbitos, sí, y eso es muy bueno; pero esos avances son lentos, inconexos y desiguales en diferentes zonas del planeta.
Y sobre todo, esos avances se plantean desde una óptica antropocéntrica. Estamos convencidos de que los humanos somos los dueños y señores de la Tierra, y sobre ese concepto hemos levantado nuestra civilización y nuestra forma de "gestionar" el planeta. ¿Qué tal si comenzamos a transitar hacia una nueva Ética de la Tierra?
¿Quieres vivir en Marte?
Tenemos que hacer algo YA, porque, como dicen Eduardo Costas y Victoria López Rodas, catedráticos de genética, Las cosas están mal, mucho peor de lo que la mayoría de la gente piensa. Prestamos atención porque nos va la vida en ello, literalmente. Y sentimos ambivalencia porque no vemos con claridad el grado de compromiso que la humanidad puede alcanzar para salir de esta horrible crisis climática que hemos provocado entre (casi) todos. Se ven avances en diferentes ámbitos, sí, y eso es muy bueno; pero esos avances son lentos, inconexos y desiguales en diferentes zonas del planeta.
Y sobre todo, esos avances se plantean desde una óptica antropocéntrica. Estamos convencidos de que los humanos somos los dueños y señores de la Tierra, y sobre ese concepto hemos levantado nuestra civilización y nuestra forma de "gestionar" el planeta. ¿Qué tal si comenzamos a transitar hacia una nueva Ética de la Tierra?
¿Quieres vivir en Marte?
Hoy 2 de diciembre, se inaugura en Madrid COP-25, reunión número 25 de las partes o países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sin haber conseguido una reducción de emisiones de gases.
Simultáneamente, el Parlamento Europeo ha tomado el pasado jueves la resolución de declarar emergencia medioambiental y climática.
Como ya hemos informado en estas páginas, COP-25 se celebra en Madrid, del 2 al 13 de diciembre, por renuncia de Chile, de manera simultánea a la CMP15 (encuentro número 15 de los países adheridos al Protocolo de Kyoto) y a la CMA2 (segunda reunión anual de los países adheridos a los Acuerdos de París).
Pero está comprobado que, a pesar de los acuerdos y los múltiples encuentros habidos, las emisiones de gases de efecto invernadero, no solo no se han reducido, sino que continúan creciendo, aunque ahora ligeramente. Esto supone un cierto desengaño, al que contribuyen las declaraciones ambiguas de determinados políticos, y la falta de apoyo de determinadas potencias mundiales, que mantienen sus hábitos de emisión sin limitaciones y sin medidas suficientes o adecuadas.
De los gases con efecto invernadero emitidos a la atmósfera, aproximadamente un 75% corresponden al CO2, un 20% al metano y un 5% a gases diversos, como los óxidos de nitrógeno. Y del CO2 emitido, casi el 45% procede de la generación eléctrica por medio de combustibles fósiles, origen mayoritario de las mismas.
Cuando la demanda mundial de energía eléctrica sigue creciendo, a una tasa estimada del 3 o 4% anual, parece necesario adoptar medidas en todas las naciones para reducir las emisiones, evitando el consumo de combustibles fósiles.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha señalado como objetivo principal
https://www.iea.org/newsroom/news/2019/december/governments-should-take-stronger-action-on-energy-efficiency-according-to-global.html, la mejora de la eficiencia energética, tanto a nivel de producción, distribución y utilización, para reducir los efectos de las emisiones en el cambio climático. El desafío no consiste, únicamente, en reducir las emisiones de los gases que causan el daño ecológico, sino en crear simultáneamente beneficios y empleo con las acciones e inversiones que se precisen. Es necesario mejorar la eficiencia global de la energía primaria que se consume, por ejemplo, según la IEA incrementando anualmente un 3% la eficiencia de uso de la energía primaria. Por el contrario, en 2018 esa mejora se ha situado en un 1,8%, el menor nivel de los tres últimos años.
En sectores concretos, se realizan también grandes esfuerzos, como por ejemplo, la transición forzosa del automóvil con motores de combustión, al vehículo eléctrico, como una acción preferente para solucionar el problema, cuando en el fondo es, sobre todo, una necesidad local de mejora ambiental para la vida diaria en grandes urbes con alta densidad de tráfico (ver https://www.revistadyna.com/noticias-de-ingenieria/es-tan-necesario-coche-electrico-para-mitigar-cambio-climatico).
Todavía podemos mantenernos optimistas.
Un claro ejemplo de que con un esfuerzo común y global de todas las naciones pueden ser resueltos los problemas de nuestro Mundo, es el caso del agujero de la capa de ozono. En 2019 no solo se ha cerrado antes, sino que ha alcanzado el menor tamaño de los últimos 30 años.
En https://www.madrimasd.org/notiweb/noticias/agujero-capa-ozono-se-va-cerrando se expresa que: El tamaño del agujero de la capa de ozono fluctúa: normalmente se forma cada año en agosto, alcanza su máximo en octubre y vuelve a cerrarse hacia finales de noviembre o diciembre. En 2019, sin embargo, no solo se ha cerrado antes, sino que ha alcanzado el menor tamaño de los últimos 30 años, debido a unas condiciones atmosféricas poco comunes.
Los pronósticos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS ), que emplea las mediciones de ozono totales de la misión Sentinel-5P de Copernicus procesadas en el Centro Aeroespacial Alemán, prevén que este año el agujero de ozono se cerrará antes de lo habitual.
El responsable de misión de Sentinel-5P, Claus Zehner, apunta: “Este agujero tan pequeño, que ha batido récords en cuanto a tamaño y duración en 2019, se debe al calentamiento de la estratosfera sobre el polo sur. No obstante, es importante señalar que se trata de un evento inusual y que no indica que la recuperación del ozono global se esté acelerando”.
Las grandes fluctuaciones en los vórtices polares y las temperaturas de la estratosfera hacen que los agujeros de la capa de ozono varíen en tamaño. Este año, la estratosfera polar más cálida causó una ralentización de los campos de viento alrededor del polo sur (o vórtice polar) y se redujo la formación de “nubes estratosféricas polares”, que provocan las reacciones químicas que aceleran la pérdida de ozono.
Josef Aschbacher, director de programas de observación de la Tierra de la ESA , comenta: “El agujero de la capa de ozono es un ejemplo paradigmático de que las pruebas científicas pueden llevar a cambios políticos y, como consecuencia, a cambios en el comportamiento humano. El agujero de ozono fue descubierto en los años setenta, se sometió a vigilancia continua desde el espacio y con dispositivos sobre el terreno y, finalmente, en los ochenta condujo al Protocolo de Montreal, que prohíbe el uso de los clorofluorocarbonos (CFC)”.
“Hoy, el agujero se está recuperando gracias a una acción política clara. Este ejemplo debe servir de inspiración para el cambio climático”.
En la estratosfera, el ozono actúa como escudo que nos protege de la nociva radiación ultravioleta del Sol, asociada al cáncer de piel y a las cataratas, así como a problemas medioambientales.
Ya en estas mismas páginas, en marzo de este año, sugeríamos optimismo:
https://club.tendencias21.net/mundo/Preocupaciones-y-reflexiones-en-relacion-a-nuestra-evolucion-el-Club-Nuevo-Mundo_a8.html. Comentábamos en nuestra exposición que ya a finales del pasado siglo, se establecieron estaciones de medición y seguimiento, obteniendo la conclusión de que dicha capa podía considerarse seriamente amenazada.
En 1985 fue firmada la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, estableciendo un marco internacional para la regulación de las sustancias que perturbaban la capa de ozono. La Asamblea General de las Naciones Unidas de 1987 acordó la firma del Protocolo de Montreal para la Preservación de la Capa de Ozono.
Se había deducido que la causa de este deterioro ambiental, era la excesiva emisión a la atmosfera de compuestos químicos clorofluorocarbonos CFC, usados en los circuitos frigorígenos como fluidos refrigerantes, propelentes, y fungicidas de suelo. Esta acción había provocado el aumento de la concentración de cloro y de bromo en la estratósfera, debido evidentemente, a las emisiones antrópicas de esos compuestos químicos.
Esos acuerdos internacionales para la reducción, o incluso eliminación, de los agentes químicos nocivos, generó un efecto positivo. Incluso fue acordada la prohibición de la fabricación y distribución de esos gases en todas las naciones, y el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida disminuyó. Se estima que la densidad de ozono atmosférico llegó a su mínimo en el año 2000, y a partir de esa fecha se ha ido recuperando.
Este es un claro ejemplo de cómo la humanidad identificó un grave problema mundial y ha conseguido erradicarlo. De cómo una acción antrópica, que se demostró perjudicial para la preservación de la vida, puede ser detectada y revertida por acuerdo de las naciones.
La ley de cambio climático.
No obstante, España acoge la COP25 del clima de la ONU, sin haber aprobado su Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), este proyecto de ley, junto con el Plan de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa, forman el paquete normativo de energía y clima que tendrá que solventar el futuro Gobierno.
El objetivo de esta nueva normativa es la reducción de gases de efecto invernadero, la introducción de energías renovables, la eficiencia energética y la movilidad sostenible.
Ese previsible proceso de descarbonización, tendrá efectos sobre la salud. Por ejemplo, una reducción en el número de muertes prematuras debidas a la contaminación atmosférica.
Una pata fundamental de este marco climático es la "estrategia de transición justa" con medidas que aseguren un tratamiento "equitativo y solidario" para los territorios y los trabajadores de los sectores más afectados por esa transición hacia una economía baja en carbono.
Ya en junio de este año comentamos esta problemática, en estas mismas páginas, al referirnos a La transición energética ante el cambio climático
¡Bienvenida sea a Madrid COP-25!
Pero está comprobado que, a pesar de los acuerdos y los múltiples encuentros habidos, las emisiones de gases de efecto invernadero, no solo no se han reducido, sino que continúan creciendo, aunque ahora ligeramente. Esto supone un cierto desengaño, al que contribuyen las declaraciones ambiguas de determinados políticos, y la falta de apoyo de determinadas potencias mundiales, que mantienen sus hábitos de emisión sin limitaciones y sin medidas suficientes o adecuadas.
De los gases con efecto invernadero emitidos a la atmósfera, aproximadamente un 75% corresponden al CO2, un 20% al metano y un 5% a gases diversos, como los óxidos de nitrógeno. Y del CO2 emitido, casi el 45% procede de la generación eléctrica por medio de combustibles fósiles, origen mayoritario de las mismas.
Cuando la demanda mundial de energía eléctrica sigue creciendo, a una tasa estimada del 3 o 4% anual, parece necesario adoptar medidas en todas las naciones para reducir las emisiones, evitando el consumo de combustibles fósiles.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha señalado como objetivo principal
https://www.iea.org/newsroom/news/2019/december/governments-should-take-stronger-action-on-energy-efficiency-according-to-global.html, la mejora de la eficiencia energética, tanto a nivel de producción, distribución y utilización, para reducir los efectos de las emisiones en el cambio climático. El desafío no consiste, únicamente, en reducir las emisiones de los gases que causan el daño ecológico, sino en crear simultáneamente beneficios y empleo con las acciones e inversiones que se precisen. Es necesario mejorar la eficiencia global de la energía primaria que se consume, por ejemplo, según la IEA incrementando anualmente un 3% la eficiencia de uso de la energía primaria. Por el contrario, en 2018 esa mejora se ha situado en un 1,8%, el menor nivel de los tres últimos años.
En sectores concretos, se realizan también grandes esfuerzos, como por ejemplo, la transición forzosa del automóvil con motores de combustión, al vehículo eléctrico, como una acción preferente para solucionar el problema, cuando en el fondo es, sobre todo, una necesidad local de mejora ambiental para la vida diaria en grandes urbes con alta densidad de tráfico (ver https://www.revistadyna.com/noticias-de-ingenieria/es-tan-necesario-coche-electrico-para-mitigar-cambio-climatico).
Todavía podemos mantenernos optimistas.
Un claro ejemplo de que con un esfuerzo común y global de todas las naciones pueden ser resueltos los problemas de nuestro Mundo, es el caso del agujero de la capa de ozono. En 2019 no solo se ha cerrado antes, sino que ha alcanzado el menor tamaño de los últimos 30 años.
En https://www.madrimasd.org/notiweb/noticias/agujero-capa-ozono-se-va-cerrando se expresa que: El tamaño del agujero de la capa de ozono fluctúa: normalmente se forma cada año en agosto, alcanza su máximo en octubre y vuelve a cerrarse hacia finales de noviembre o diciembre. En 2019, sin embargo, no solo se ha cerrado antes, sino que ha alcanzado el menor tamaño de los últimos 30 años, debido a unas condiciones atmosféricas poco comunes.
Los pronósticos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS ), que emplea las mediciones de ozono totales de la misión Sentinel-5P de Copernicus procesadas en el Centro Aeroespacial Alemán, prevén que este año el agujero de ozono se cerrará antes de lo habitual.
El responsable de misión de Sentinel-5P, Claus Zehner, apunta: “Este agujero tan pequeño, que ha batido récords en cuanto a tamaño y duración en 2019, se debe al calentamiento de la estratosfera sobre el polo sur. No obstante, es importante señalar que se trata de un evento inusual y que no indica que la recuperación del ozono global se esté acelerando”.
Las grandes fluctuaciones en los vórtices polares y las temperaturas de la estratosfera hacen que los agujeros de la capa de ozono varíen en tamaño. Este año, la estratosfera polar más cálida causó una ralentización de los campos de viento alrededor del polo sur (o vórtice polar) y se redujo la formación de “nubes estratosféricas polares”, que provocan las reacciones químicas que aceleran la pérdida de ozono.
Josef Aschbacher, director de programas de observación de la Tierra de la ESA , comenta: “El agujero de la capa de ozono es un ejemplo paradigmático de que las pruebas científicas pueden llevar a cambios políticos y, como consecuencia, a cambios en el comportamiento humano. El agujero de ozono fue descubierto en los años setenta, se sometió a vigilancia continua desde el espacio y con dispositivos sobre el terreno y, finalmente, en los ochenta condujo al Protocolo de Montreal, que prohíbe el uso de los clorofluorocarbonos (CFC)”.
“Hoy, el agujero se está recuperando gracias a una acción política clara. Este ejemplo debe servir de inspiración para el cambio climático”.
En la estratosfera, el ozono actúa como escudo que nos protege de la nociva radiación ultravioleta del Sol, asociada al cáncer de piel y a las cataratas, así como a problemas medioambientales.
Ya en estas mismas páginas, en marzo de este año, sugeríamos optimismo:
https://club.tendencias21.net/mundo/Preocupaciones-y-reflexiones-en-relacion-a-nuestra-evolucion-el-Club-Nuevo-Mundo_a8.html. Comentábamos en nuestra exposición que ya a finales del pasado siglo, se establecieron estaciones de medición y seguimiento, obteniendo la conclusión de que dicha capa podía considerarse seriamente amenazada.
En 1985 fue firmada la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, estableciendo un marco internacional para la regulación de las sustancias que perturbaban la capa de ozono. La Asamblea General de las Naciones Unidas de 1987 acordó la firma del Protocolo de Montreal para la Preservación de la Capa de Ozono.
Se había deducido que la causa de este deterioro ambiental, era la excesiva emisión a la atmosfera de compuestos químicos clorofluorocarbonos CFC, usados en los circuitos frigorígenos como fluidos refrigerantes, propelentes, y fungicidas de suelo. Esta acción había provocado el aumento de la concentración de cloro y de bromo en la estratósfera, debido evidentemente, a las emisiones antrópicas de esos compuestos químicos.
Esos acuerdos internacionales para la reducción, o incluso eliminación, de los agentes químicos nocivos, generó un efecto positivo. Incluso fue acordada la prohibición de la fabricación y distribución de esos gases en todas las naciones, y el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida disminuyó. Se estima que la densidad de ozono atmosférico llegó a su mínimo en el año 2000, y a partir de esa fecha se ha ido recuperando.
Este es un claro ejemplo de cómo la humanidad identificó un grave problema mundial y ha conseguido erradicarlo. De cómo una acción antrópica, que se demostró perjudicial para la preservación de la vida, puede ser detectada y revertida por acuerdo de las naciones.
La ley de cambio climático.
No obstante, España acoge la COP25 del clima de la ONU, sin haber aprobado su Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), este proyecto de ley, junto con el Plan de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa, forman el paquete normativo de energía y clima que tendrá que solventar el futuro Gobierno.
El objetivo de esta nueva normativa es la reducción de gases de efecto invernadero, la introducción de energías renovables, la eficiencia energética y la movilidad sostenible.
Ese previsible proceso de descarbonización, tendrá efectos sobre la salud. Por ejemplo, una reducción en el número de muertes prematuras debidas a la contaminación atmosférica.
Una pata fundamental de este marco climático es la "estrategia de transición justa" con medidas que aseguren un tratamiento "equitativo y solidario" para los territorios y los trabajadores de los sectores más afectados por esa transición hacia una economía baja en carbono.
Ya en junio de este año comentamos esta problemática, en estas mismas páginas, al referirnos a La transición energética ante el cambio climático
¡Bienvenida sea a Madrid COP-25!
Nos anticipamos al futuro
Este Blog ha sido creado por el Club Nuevo Mundo para recoger las iniciativas, reflexiones, experiencias y propuestas que sus miembros y socios quieran hacer llegar a la sociedad. Está estructurado en torno a 4 ejes temáticos: artículos, pensamientos, propuestas y noticias. A través de ellos, cualquier persona puede conocer lo que se está cocinando en el seno del Club Nuevo Mundo y comentar las diversas aportaciones.
Relación de Miembros del Club Nuevo Mundo
Relación de Miembros del Club Nuevo Mundo
Últimas entradas
Archivo
Enlaces relacionados
Noticias del Club Nuevo Mundo
-
Llega el metaverso ideado para reinventar el mundo
El Club Nuevo Mundo ha creado un grupo de expertos para el diseño e implementación de un metavers...29/06/2022 -
Edita Olaizola, presidenta del Comité de Ética de EMCC Spain
28/06/2022 -
Los desafíos globales después de la pandemia: retos a superar
05/11/2021
Compartir este sitio
Blog del Club Nuevo Mundo
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850 |